Revestido de cuero

En esta ocasión se pretende realizar un acabado policromo de imitación al cuero. Para ello, se imprimará la superficie de la pieza, como se ha venido haciendo hasta entonces.

Luego se recubrirá la superficie con acrílico de forma homogénea, hasta que esté todo bien cubierto. Una vez seco, para evitar que se pueda desprender: se pasará a trabajar con pigmentos tierras y ocres, con la finalidad de aportarle otros matices.

 

 

Finalmente, se procederá al arrastre del exceso de pigmento, jugando con la cantidad de pigmento según donde convenga; dejando mayor cantidad en las zonas de mayor profundidad e insistiendo en las zonas más sobresalientes, en las que incida más la luz.

Naturaleza oxidada

Todo en esta vida pasa por un proceso de oxidación, incluso la vida propia, las personas, las edificaciones, y la naturaleza. Es pues este proceso de deterioro y oxidación lo que se ha querido plasmar en esta obra, desde la fabricación de la pieza agujereada y agrietada intencionadamente, hasta el acabado del mismo.

 

 

Una vez terminada la pieza se imprimará con la intención de agarrar el acabado polícromo que será aplicado posteriormente. Cuando se haya secado se cubrirá con grafito toda la superficie de la hoja, ya que se pretende dar un acabado de metal oxidado.

 

 

Seguidamente, se tomarán diversas tonalidades de pigmento verde, con el fin de adquirir una personalidad propia jugando con los contrastes de los mismos. Finalmente, con la ayuda de una estopa se arrastrará el pigmento sobrante en las zonas que interese, para hacer resurgir el metalizado de la pieza.

 

Pátina de óxido terminada

Juego entre pigmentos

“ La fuerza creativa y expresiva de la pintura reside materialmente en el color y en la textura de los pigmentos, en las posibilidades de invención y de organización, y en el piso plano en el que estos elementos se ponen en juego ” 

MAN RAY

Con el fin de conseguir un muestrario de pátinas e imitación, se plantea la realización de una serie de acabados metálicos, tales como hierro, bronce, cobre o algún óxido. En este caso, se llevará a cabo el óxido de hierro; lo cual nos hace recordar esos ornamentos propios de las verjas de las casas antiguas.

 

Así mismo, al igual que se han trabajado el resto de las piezas tratadas, antes de empezar a policromar: se preparará la superficie con una imprimación.

A continuación, se aplicará el grafito con la que se irá recubriendo la pieza por completo. Seguidamente, se tomará en cuenta la creatividad con la que se juegue con los pigmentos (rojo, ocre, etc.), ya que dependiendo de su elección, la pátina tendrá un acabado distinto. Éstos se irán aplicando según convenga dejar mayor o menos cantidad.

Finalmente se frotará la superficie con un trapo, con la intención de arrastrar el exceso de pigmento según interese, insistiendo en las zonas donde se requiera mayor brillo, haciendo resaltar el efecto metalizado del hierro.